Factores de riesgo

Factores de riesgo

Estos factores pueden aumentar el riesgo de padecer un absceso dental:

  • Malos hábitos y cuidados dentales. No tener los cuidados adecuados de los dientes y las encías, como no cepillarte los dientes dos veces al día y no usar hilo dental, puede aumentar el riesgo de problemas dentales. Estos problemas pueden incluir caries dentaria, enfermedad de las encías, abscesos dentales y otras complicaciones de la boca y los dientes.
  • Una alimentación con alto contenido de azúcar. Comer y beber frecuentemente productos con alto contenido de azúcar, como dulces y gaseosas, puede contribuir a la formación de caries, que pueden provocar abscesos dentales.
  • Sequedad en la boca. Tener la boca seca puede aumentar el riesgo de caries dentarias. Por lo general, la boca seca se debe al efecto secundario de determinados medicamentos o problemas relacionados con el envejecimiento.

Prevención

Prevención

Evitar las caries dentarias es fundamental para prevenir los abscesos dentales.

Cuida bien tus dientes para evitar que se formen caries dentarias:

  • Bebe agua con fluoruro.
  • Cepíllate los dientes durante dos minutos al menos dos veces al día usando pasta dental con fluoruro.
  • Usa hilo dental para limpiar entre los dientes todos los días.
  • Reemplaza el cepillo de dientes cada 3 o 4 meses, o cuando veas que las cerdas están deshilachadas.
  • Ingiere alimentos saludables, limita la ingesta de productos azucarados y de refrigerios entre comidas.
  • Visita periódicamente al dentista para hacer controles y limpiezas profesionales.
  • Considera usar un enjuague bucal antiséptico o con fluoruro para sumar una capa adicional de protección contra la caries dentaria.

Tratamiento

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es deshacerse de la infección. Para lograrlo, el dentista puede hacer lo siguiente:

  • Abrir (hacer una incisión) y drenar el absceso. El dentista hace un corte pequeño en el absceso, que permite que drene el pus y luego lava el área con agua salada (solución salina). Ocasionalmente, se coloca un pequeño drenaje de goma para mantener abierta el área y drenar mientras la hinchazón disminuye.
  • Hacer un procedimiento del canal radicular. Esto puede ayudar a eliminar la infección y salvar el diente. Para hacerlo, el dentista perfora el diente, elimina el tejido central afectado (pulpa) y drena el absceso. Luego, llena y sella la cámara de la pulpa y el canal radicular del diente. El diente puede cubrirse con una corona para hacerlo más fuerte, especialmente si se trata de una muela. Si cuidas el diente arreglado de manera adecuada, puede durar toda la vida.
  • Extraer el diente afectado. Si el diente afectado no se puede salvar, el dentista lo sacará (extraerá) y drenará el absceso para eliminar la infección.
  • Recetar antibióticos. Si la infección se limita al área del absceso, es posible que no necesites antibióticos. Pero si la infección se ha propagado a los dientes cercanos, la mandíbula u otras áreas, es posible que el dentista te recete antibióticos para detener la propagación. También puede recomendar antibióticos si tienes un sistema inmunitario debilitado.

Autocuidados

Mientras la zona cicatriza, el dentista te podría recomendar estas medidas para ayudar a aliviar las molestias:

  • Enjuagarte la boca con agua tibia con sal.
  • Tomar analgésicos de venta libre, sin embargo, es importante que antes de automedicarte visites a tu médico.