Factores de riesgo

Factores de riesgo

Muchos factores pueden aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular.

Factores de riesgo relacionados con el estilo de vida
  • Sobrepeso u obesidad
  • Inactividad física
  • Beber en exceso o darse atracones de bebida
  • Presión arterial alta
  • Fumar cigarrillos o la exposición al humo de segunda mano
  • Colesterol alto
  • Diabetes
  • Apnea obstructiva del sueño
  • Enfermedad cardiovascular, que incluye insuficiencia cardíaca, defectos cardíacos, infección cardíaca o ritmo cardíaco irregular, como fibrilación auricular
  • Antecedentes personales o familiares de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco o accidente isquémico transitorio
  • Infección por la COVID-19

Entre otros factores asociados con un riesgo más alto para accidente cerebrovascular están los siguientes:

  • Edad: las personas de 55 años o más tienen un riesgo más alto para un accidente cerebrovascular que las personas más jóvenes.
  • Raza o etnia: las personas afroamericanas e hispanas tienen un riesgo más alto para un accidente cerebrovascular que las personas de otras razas o etnias.
  • Sexo: los hombres tienen un riesgo más alto para un accidente cerebrovascular que las mujeres.

Diagnóstico

Diagnóstico

Durante un accidente cerebrovascular, la atención se brinda rápidamente una vez que llegas al hospital. Tu equipo de emergencia trata de averiguar qué tipo de accidente cerebrovascular estás teniendo. Es probable que te hagan una tomografía computarizada u otra prueba por imágenes poco después de tu llegada.

Pruebas
  • Examen físico. El médico realiza varias pruebas, como escuchar el corazón y controlar la presión arterial. El examen neurológico sirve para ver cómo un posible accidente cerebrovascular puede estar afectando el sistema nervioso.
  • Análisis de sangre. Es probable que deban hacerte análisis para comprobar el tiempo de coagulación de la sangre y si los niveles de glucosa en la sangre son altos o bajos. También pueden realizarte este tipo de pruebas para comprobar si tienes una infección.
  • Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada utiliza una serie de rayos X para crear una imagen detallada del cerebro. Puede mostrar sangrado en el cerebro, un accidente cerebrovascular isquémico, un tumor u otras afecciones.
  • Resonancia magnética. Una resonancia magnética usa potentes ondas de radio y un campo magnético para crear una vista detallada del cerebro. La prueba puede detectar tejido cerebral dañado por un accidente cerebrovascular isquémico y hemorragias cerebrales.
  • Ecografía de la carótida. En esta prueba, las ondas sonoras crean imágenes detalladas del interior de las arterias carótidas en el cuello. La ecografía de la carótida muestra la acumulación de depósitos de grasa, denominados placas, y el flujo sanguíneo en las arterias carótidas.

Tratamiento

Tratamiento

El tratamiento de emergencia depende de si estás teniendo un accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico. Durante un accidente cerebrovascular isquémico, los vasos sanguíneos del cerebro están obstruidos o estrechados. Durante un accidente cerebrovascular hemorrágico, hay sangrado en el cerebro.

Para tratar un accidente cerebrovascular isquémico, se debe restablecer el flujo de sangre que va al cerebro de inmediato. Esto se puede hacer con lo siguiente:

  • Medicamentos para administración intravenosa de emergencia. Los medicamentos para administración intravenosa que pueden disolver un coágulo deben inyectarse dentro de las 4 horas y media desde el momento en que aparecieron los síntomas. Cuanto antes se administre el medicamento, mejor. El tratamiento rápido mejora las posibilidades de supervivencia y puede reducir las complicaciones.

Rehabilitación

Después del tratamiento de emergencia, se te vigilará de cerca durante al menos un día. Después, la atención médica del accidente cerebrovascular se enfoca en ayudarte a recuperar la mayor cantidad de funciones posibles y volver a la vida independiente. El impacto del accidente cerebrovascular depende de la zona del cerebro afectada y de la cantidad de tejido dañado.

La mayoría de las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular acuden a programas de rehabilitación.

Es posible que la rehabilitación comience antes de que te den el alta hospitalaria. Después del alta, puedes continuar el programa en una unidad de rehabilitación del mismo hospital, ir a otra unidad de rehabilitación o ir a un centro de enfermería especializada como paciente ambulatorio. También puedes hacer rehabilitación en casa.

Prevención

Prevención

Puedes tomar medidas para prevenir un accidente cerebrovascular. Es importante que conozcas los factores de riesgo para un accidente cerebrovascular y sigas los consejos de tu profesional de atención médica sobre estrategias para un estilo de vida saludable.

  • Controlar la presión arterial alta, conocida como hipertensión. Esta es una de las cosas más importantes que puedes hacer para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Si tuviste un accidente cerebrovascular, bajar la presión arterial puede ayudar a prevenir un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular en el futuro.
  • Reducir la cantidad de colesterol y grasas saturadas en tu alimentación. Comer menos colesterol y grasas, especialmente grasas saturadas y grasas trans, puede reducir la acumulación en las arterias.
  • Mantener un peso saludable. El sobrepeso contribuye a otros factores de riesgo para accidente cerebrovascular, como la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
  • Mantener un peso saludable. El sobrepeso contribuye a otros factores de riesgo para accidente cerebrovascular, como la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
  • Mantén una alimentación con abundantes frutas y verduras. Comer cinco o más porciones de frutas o verduras todos los días puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
  • Hacer ejercicio con regularidad. El ejercicio aeróbico reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de muchas maneras. El ejercicio puede reducir la presión arterial, aumentar los niveles de colesterol bueno y mejorar la salud general de los vasos sanguíneos y el corazón.

Síntomas

Agotamiento por calor

El agotamiento por calor es una afección que se produce cuando el cuerpo se sobrecalienta. Los síntomas pueden incluir sudoración intensa y pulso acelerado. El agotamiento por calor es una de las tres enfermedades relacionadas con el calor, siendo la más leve la de los calambres por calor y la más grave el golpe de calor.

Las causas de las enfermedades relacionadas con el calor incluyen la exposición a temperaturas altas, sobre todo cuando también hay mucha humedad, y la actividad física intensa. Si no se trata de inmediato, el agotamiento por calor puede llevar a un golpe de calor, afección que pone en riesgo la vida. Por suerte, el agotamiento por calor puede prevenirse.

Síntomas

Los síntomas del agotamiento por calor pueden aparecer de repente o con el paso del tiempo, especialmente con períodos prolongados de ejercicio. Los síntomas posibles del agotamiento por calor comprenden los siguientes:

  • Piel fría, húmeda y erizada cuando se está al calor
  • Sudoración intensa
  • Desmayos
  • Mareos
  • Cansancio
  • Pulso débil y rápido
  • Presión arterial baja al ponerse de pie
  • Calambres musculares
  • Nauseas
  • Dolor de cabeza
¿Cuándo consultar al médico?

Si crees que tienes agotamiento por calor:

  • Suspende todas las actividades y descansa.
  • Busca un lugar más fresco.
  • Bebe agua fresca o bebidas deportivas.

Si estás con una persona que tiene agotamiento por calor, busca ayuda médica inmediata si se siente confundida o afligida, pierde el conocimiento o no puede beber. Si la temperatura corporal central (medida con un termómetro rectal) alcanza los 40 °C o más, la persona necesita enfriamiento de inmediato y atención médica de urgencia.

Consulta al médico si los síntomas empeoran o si no mejoran dentro de una hora.

Causas

Causas

El calor del cuerpo combinado con el calor del ambiente produce lo que se denomina temperatura central, que es la temperatura interna del cuerpo. El cuerpo necesita regular la obtención de calor en climas cálidos o la pérdida de calor en climas fríos para mantener tu temperatura central habitual. La temperatura central promedio es de 37 °C.

Cuando el cuerpo no se puede enfriar por sí mismo

Cuando hace calor, el cuerpo se enfría principalmente a través de la sudoración. La evaporación de la sudoración regula la temperatura corporal. Pero cuando haces ejercicio extenuante o te esfuerzas de forma excesiva en un clima cálido y húmedo, el cuerpo no puede enfriarse bien y se producen calambres por calor. Estos calambres son el tipo más leve de una enfermedad relacionada con el calor.

Los síntomas de calambres por calor a menudo comprenden sudoración intensa, fatiga, sed y calambres musculares. El tratamiento inmediato puede evitar que los calambres por calor avancen hasta otras enfermedades más graves, como agotamiento por calor.

Beber líquidos o bebidas deportivas con electrolitos puede ayudar a tratar los calambres por calor. Otra opción para estos calambres es ir a lugares más frescos, como aquellos donde hay aire acondicionado o sombra, y descansar.

Otras cuasas

Además del clima cálido y la actividad extenuante, otras causas del agotamiento por calor son:

  • Deshidratación, que disminuye la capacidad del cuerpo de transpirar y mantener una temperatura normal.
  • Consumo de alcohol, lo que puede afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura.
  • Exceso de vestimenta, especialmente con ropa que no deja que la sudoración se evapore con facilidad.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Cualquier persona puede tener una enfermedad causada por el calor, pero ciertos factores aumentan la sensibilidad a este. Estos incluyen los siguientes:

  • La edad temprana o la edad avanzada. Los bebés y los niños menores de 4 años, así como los adultos mayores de 65 años, tienen un mayor riesgo de padecer agotamiento por calor.
  • Determinados medicamentos. Algunos medicamentos pueden afectar la capacidad del organismo para mantenerse hidratado y responder debidamente al calor.
  • Obesidad. Tener exceso de peso puede afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura y hacer que retenga más calor.
  • Los cambios bruscos de temperatura. Si no estás acostumbrado al calor, eres más vulnerable a las enfermedades pertinentes, como el agotamiento por calor. El cuerpo necesita tiempo para acostumbrarse a temperaturas más altas.
  • Un índice alto de calor. El índice de calor es un valor único para la temperatura que considera cómo te hacen sentir la temperatura exterior y la humedad. Cuando el índice de calor es de 33 °C o más, deberías tomar medidas para mantenerte fresco.

Tratamiento

Tratamiento

En la mayoría de los casos, puedes tratar el agotamiento por calor tú mismo haciendo lo siguiente:

  • Descansa en un lugar fresco. Lo mejor es entrar a un edificio con aire acondicionado, pero, si no es posible, encuentra un lugar a la sombra o siéntate frente a un ventilador. Acuéstate boca arriba y eleva las piernas por encima del nivel del corazón.
  • Bebe líquidos fríos. Toma agua o bebidas deportivas. No consumas bebidas alcohólicas, ya que pueden sumar a la deshidratación.
  • Prueba medidas de enfriamiento. De ser posible, toma una ducha o baño fríos, o coloca toallas humedecidas en agua fría sobre la piel. Si estás al aire libre y alejado de un refugio, remojarte en un estanque o arroyo fresco puede ayudar a bajar la temperatura.
  • Afloja la ropa. Quítate la ropa innecesaria, y asegúrate de que la ropa sea liviana y no ajustada.

Si no empiezas a sentirte mejor dentro de una hora de aplicar estas medidas de tratamiento, busca atención médica inmediata.

Para enfriar el cuerpo a una temperatura normal, el equipo de atención médica puede usar estas técnicas de tratamiento para el golpe de calor:

  • Sumergirte en agua fría. Un baño con agua fría o helada ha demostrado ser el método más eficaz para bajar de manera más rápida la temperatura corporal central. Mientras más rápido te sumerjas en agua fría, menores serán los riesgos de sufrir daños en los órganos y la muerte.
  • Usar técnicas de enfriamiento por evaporación. Si no es posible sumergirte en agua fría, los profesionales de atención médica pueden tratar de bajar la temperatura corporal a través de métodos por evaporación. Se rocía agua fría en tu cuerpo mientras un ventilador hace circular aire tibio sobre ti. Esto hace que el agua se evapore y te enfríe la piel.

Diagnóstico

Diagnóstico

Si necesitas atención médica debido a un agotamiento por calor, el personal médico puede tomarte la temperatura rectal para confirmar el diagnóstico y descartar un golpe de calor. Si el equipo de atención médica sospecha que el agotamiento por calor derivó en un golpe de calor, podrías necesitar más pruebas, como las siguientes:

  • Un análisis de sangre, para verificar si hay un nivel bajo de sodio o potasio en la sangre, así como el contenido de gases en la sangre.
  • Un análisis de orina, para comprobar la concentración y la composición de la orina. Este análisis también permite comprobar el funcionamiento renal, que puede verse afectado por un golpe de calor.
  • Pruebas del funcionamiento de los músculos, para verificar si hay rabdomiólisis (daño grave en los tejidos musculares).
  • Radiografías y otras imágenes, para verificar si hay daños en los órganos internos.

Síntomas

Alergia alimentaria

Una alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunitario que se presenta poco después de haber ingerido un determinado alimento. Incluso una pequeña cantidad del alimento que causa la alergia puede desencadenar síntomas, como problemas digestivos, urticaria o inflamación de las vías respiratorias. En algunos casos, una alergia alimentaria puede ocasionar síntomas graves o, incluso, anafilaxia, que es una reacción que puede poner en riesgo la vida.

Se calcula que la alergia alimentaria afecta al 8 % de los niños menores de 5 años y hasta al 4 % de los adultos. A pesar de que no existe cura, algunos niños superan sus alergias alimentarias cuando crecen.

Síntomas

Los síntomas de alergia alimentaria más comunes incluyen los siguientes:

  • Hormigueo o comezón en la boca
  • Urticaria, comezón o eccema
  • Hinchazón de los labios, la cara, la lengua y la garganta o de otras partes del cuerpo
  • Sibilancia, congestión nasal o dificultad para respirar
  • Dolor en el abdomen, diarrea, náuseas o vómitos
  • Mareos, aturdimiento o desmayos
Anafilaxia

En algunas personas, una alergia alimentaria puede causar anafilaxia, que es una reacción alérgica grave. Esta puede producir síntomas mortales, entre ellos:

  • Constricción y opresión de las vías respiratorias
  • Inflamación o sensación de un nudo en la garganta que dificulta la respiración
  • Estado de choque debido a un descenso abrupto de la presión arterial
  • Mareos, aturdimiento o pérdida del conocimiento

En casos de anafilaxia, el tratamiento de emergencia es fundamental. Si no se trata, la anafilaxia puede causar un estado de coma o incluso la muerte.

¿Cuándo consultar al médico?

Consulta a tu médico si tienes síntomas de alergia alimentaria inmediatamente después de comer. Esto puede ayudar a hacer un diagnóstico.