Cáncer de pulmón

Cáncer de pulmón

Aspectos básicos

El cáncer de pulmón es de las principales causas de muerte por cáncer en México, entre varones y mujeres. Cobra más vidas que el cáncer de próstata, el de mama y el de colon juntos. Afortunadamente, la mayoría de las muertes por causa de cáncer de pulmón se pueden prevenir. Esto se debe a que el tabaquismo representa cerca de 85 a 90 % de los cánceres de pulmón.

Los dos principales tipos de cáncer pulmonar son el carcinoma microcítico y el no microcítico. El cáncer microcítico se disemina agresivamente y responde mejor a la quimioterapia y a la radiación. El cáncer no microcítico es más común, representa casi 75 % de los cánceres pulmonares.
Cuando los síntomas aparecen incluyen:

  • Tos que produce expectoración, la cual podría contener pus y algunas veces sangre.
  • Falta de respiración.
  • Dolor en el pecho
  • Ronquera.
  • Fiebre.
Cáncer pulmonar. Consiste en una proliferación tumoral de células que provienen del aparato respiratorio las cuales, en fases tempranas, están confinadas en el pulmón y en estadios avanzados se diseminan a otros órganos

Factores de riesgo

Fumar es el principal factor de riesgo para cáncer de pulmón. El riesgo aumenta con el número de cigarros que fumas al día y el número de años que has fumado. El riesgo también es mayor si empiezas a fumar a una edad temprana.

  • Las mujeres que fuman o que fumaron alguna vez están en mayor riesgo de cáncer pulmonar que los varones que han fumado una cantidad igual.
  • Exposición al humo de segunda mano. La exposición diaria a humo de segunda mano podría aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer pulmonar hasta 30 por ciento.
  • Exposición a carcinógenos. La exposición en el ambiente laboral a sustancias como asbestos, cloruro de vinilo, cromatos de níquel y productos de carbón también podrían aumentar el riesgo de desarrollar cáncer pulmonar, en especial si se es fumador.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer pulmonar depende del tamaño, localización y tipo de cáncer, así como de la salud en general.
Debido a que la mayoría de los cánceres pulmonares microcíticos se ha diseminado más allá de los pulmones al momento en que se descubren, por lo general la cirugía no es una opción de tratamiento. En lugar de ello, lo más efectivo es
la quimioterapia sola o en combinación con la radioterapia.
La radioterapia usa rayos X para matar a las células cancerosas.

¿Qué puedes hacer?

La mejor forma conocida para evitar el cáncer pulmonar es no fumar. Si ya fumas, dejarlo ahora puede reducir el riesgo —incluso si has fumado durante años.
Estas medidas también pueden ayudar a prevenir el cáncer pulmonar:

  • Evita el humo de segunda mano. Respirar el humo de otros puede ser tan dañino como fumar uno mismo.
  • Evita carcinógenos. Toma precauciones para protegerte de los químicos tóxicos como el cloruro de vinilo, cromatos de níquel y productos de carbón.
  • Consume una dieta saludable. Una dieta con alto contenido de frutas y verduras parece ofrecer protección contra el cáncer.

Artritis

Artritis

Aspectos básicos

La artritis es uno de los problemas de salud más comunes en el mundo. Cerca de 30 millones de mexicanos tienen artritis.

La osteoartritis —a menudo conocida simplemente como artritis— surge cuando el cartílago, la sustancia resbalosa y lubricada que normalmente amortigua los extremos de los huesos, se degenera. Esta degeneración hace que la cubierta en una articulación (membrana sinovial) se inflame, dañando más al cartílago. Conforme los extremos de los huesos quedan expuestos, se engrosan y forman crecimientos óseos; y los huesos se frotan entre sí, causando dolor.


Daño en articulaciones. La artritis puede afectar cualquier articulación en el cuerpo. Puede hacerlo en una sola articulación, como la rodilla o la cadera, o puede afectar a múltiples articulaciones, como las de los dedos

Factores de riesgo

  • Edad. Más de la mitad de las personas mayores de 65 años tiene osteoartritis en varios grados de intensidad.
  • Género. De las personas mayores de 65 años que tiene osteoartritis, 75 % son mujeres.
  • Ciertas condiciones hereditarias. Algunas personas nacen con cartílago defectuoso o con defectos ligeros en la forma en la que sus articulaciones se ajustan entre sí.
  • Lesión articular. Si te has lesionado una articulación podrías estar en mayor riesgo de desarrollar osteoartritis –en especial en las rodillas.
  • Obesidad. El exceso de peso coloca presión innecesaria en la columna vertebral, rodillas y caderas y puede producir osteoartritis.

Tratamiento

No hay una cura conocida para la osteoartritis, pero los tratamientos pueden ayudar a reducir el dolor y mantener el movimiento articular. El médico podría recomendar una combinación de medicamentos, autocuidado y ejercicio. En algunos casos, podría ser necesaria la cirugía.
Algunas veces, el médico podría sugerir inyectar una articulación artrítica con un derivado del ácido hialurónico, una sustancia que se encuentra de manera natural en el líquido articular.

¿Qué puedes hacer?

  • Controlar el peso. El exceso de peso coloca estrés adicional en las articulaciones de la espalda, las caderas, las rodillas y los pies.
  • Aplica calor, en especial antes del ejercicio. Esto aliviará el dolor, relajará los músculos tensos y doloridos y aumentará el flujo sanguíneo al área.
  • Aplica frío en los brotes ocasionales. El frío puede adormecer la sensación de dolor el primer día o dos.
  • Usa zapatos cómodos que soporten adecuadamente tu peso. Esto es especialmente importante si tienes artritis en las articulaciones que soportan o en la espalda.

Ejercicios de flexibilidad. El ejercicio adecuado ayuda a mantener flexibles las articulaciones y desarrolla fuerza muscular. Consulta con el médico.

Aftas

Aftas

No hay cura para las aftas simples ni para las complejas, y son pocos los tratamientos eficaces. Para aliviar el dolor y acelerar la curación:

  • Enjuaga la boca. Usa agua con sal; bicarbonato de sodio (disuelve 1 cucharadita de bicarbonato en ½ taza de agua tibia). Asegúrate de escupir la mezcla después de enjuagarte
  • Cubre las lesiones. Usa una pasta hecha de bicarbonato de sodio.
  • Prueba con los productos que se venden sin receta médica. Busca los que contengan una sustancia que adormezca la zona.
  • Evita los alimentos abrasivos, ácidos o condimentados. Pueden ocasionar más irritación y dolor.
  • Aplica hielo en tus aftas. O deja que se disuelvan lentamente trocitos de hielo sobre las úlceras.

Enfermedad de Alzheimer

Enfermedad de Alzheimer

Aspectos básicos

Esta enfermedad afecta sobre todo a adultos mayores de 60 años, pero no significa que sea inevitable en la edad adulta, o que todos los adultos mayores finalmente presentarán sus signos y síntomas. Muchos de ellos siguen con la mente alerta, tan activos e inteligentes como siempre.

La mayoría de las personas con esta enfermedad comparten ciertos signos y síntomas. Pueden incluir:

  • Una pérdida gradual de la memoria de eventos recientes e incapacidad para procesar información nueva.
  • Una tendencia progresiva a decir siempre lo mismo, colocar objetos en lugares erróneos, confundirse y perderse.
  • Una desintegración gradual de la personalidad y el juicio.
  • Creciente irritabilidad, ansiedad, depresión, confusión e inquietud.

Estos cambios por lo general se presentan muy gradualmente. Conforme la enfermedad progresa, sus signos y síntomas se tornan más serios y notables.

Las causas de esta enfermedad no se han comprendido. Sin embargo, los investigadores han encontrado que en personas con este problema las células nerviosas en el cerebro (neuronas) mueren lentamente.

Funcionamiento neuronal

Las dos características distintivas de la enfermedad de Alzheimer son depósitos de la proteína llamada amiloide, conocidos como placas neuríticas, y filamentos retorcidos de una proteína llamada tau, conocidos como marañas neurofibrilares.

Factores de riesgo

Edad. La enfermedad de Alzheimer se vuelve más común con la edad.

Herencia. El riesgo de desarrollar enfermedad parece ser ligeramente más alto si un padre o hermano la ha tenido.

Género. Las mujeres son más susceptibles que los varones a desarrollar la enfermedad, principalmente debido a que viven más tiempo.

Estilo de vida no saludable. Los mismos factores que lo colocan en riesgo de enfermedad cardiaca, como la presión arterial alta y la diabetes, pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Tratamiento

Los medicamentos son el tratamiento principal para la enfermedad de Alzheimer. Éstos no pueden detener o revertir el proceso subyacente de la enfermedad, pero pueden retrasarla, disminuyendo sus signos y síntomas.

Los médicos algunas veces prescriben sedantes suaves, antidepresivos o antipsicóticos para mejorar los síntomas conductuales que a menudo acompañan a la enfermedad de Alzheimer.

Mantener la agudeza mental

Algunos investigadores creen que el ejercicio mental y el aprendizaje permanentes pueden promover el crecimiento de conexiones adicionales entre las neuronas.

Los médicos algunas veces prescriben sedantes suaves, antidepresivos o antipsicóticos para mejorar los síntomas conductuales que a menudo acompañan a la enfermedad de Alzheimer.

¿Qué puedes hacer?

En la actualidad no hay una forma de prevenir el inicio de la enfermedad de Alzheimer. Pero los investigadores tienen algunos avances esperanzadores —preliminares— acerca de cómo reducir posiblemente el riesgo o por lo menos retrasar la progresión de la enfermedad.