Protege tu tiempo
¿Cómo contribuye tu comportamiento al estrés? Para
algunas personas resulta difícil decir que no a cualquier
solicitud que se haga sobre su tiempo, pero decir que sí a
todo conlleva un precio: más estrés y menos paz interior.
APRENDE A DECIR “NO”
¿Presenta tu lista de pendientes una enorme pila de
fechas límite y compromisos que debes intercalar a la
fuerza entre juntas? ¿Tratas de acomodar demasiadas
actividades en muy poco tiempo? Si es así, quizá
encuentres alivio al estrés con sólo decir no.
Hay incontables solicitudes importantes. Así pues, es
fácil crear situaciones estresantes si no rechazas algunas
solicitudes que requieren tu tiempo y talento, pero
consideras estos puntos:
- Decir no puede ser bueno.
- Decir que no puede permitirte probar cosas
nuevas. - “Sí” no siempre es la mejor respuesta.
- Reconocer el poder de los demás.
Negarte no es un acto
egoísta; de hecho, puede ser lo más benéfico que
puedas hacer por tu familia. Cuando digas no,
podrás dedicar tiempo de calidad a las cosas que ya
aceptaste hacer.
El hecho de que siempre hayas ayudado
a planear el torneo de béisbol de la compañía no
significa que tengas que hacerlo siempre. Decir
que no puede darte tiempo para ocuparte de otros
pasatiempos e intereses.
Si te
comprometes en exceso y te encuentras bajo
demasiado estrés, tienes una probabilidad mucho
mayor de enfermar, de cansarte o de sentirte
irritado, lo cual no te beneficia ni a los demás.
Aunque es
posible que otras personas no hagan las cosas justo
como tú las harías, es posible aprender lecciones
valiosas al permitir que los demás te ayuden, al
tiempo que ganas valioso tiempo libre.
SOPESA LOS PUNTOS
En ocasiones es difícil determinar cuáles actividades
merecen tu tiempo. Emplea estas estrategias para evaluar
las obligaciones y oportunidades que te llegan.
- Identifica tus prioridades.
Decir que no te permite
dar prioridad a las cosas que son importantes en
tu caso. Ganarás tiempo para las cosas que en
verdad deseas hacer. Examina tus obligaciones
y prioridades actuales antes de hacer cualquier
compromiso nuevo. Pregúntate si el nuevo
compromiso es importante para ti.
- Evalúa tu compromiso de tiempo.
- Libérate de la culpa.
- Mantén tus compromisos actuales controlados.
- Consulta con la almohada.
¿Es la actividad
que estás considerando un compromiso a corto o
a largo plazo? Si comprometes tu tiempo será otra
fuente de estrés, no aceptes.
Si los amigos desean
reunirse para una salida repentina en la ciudad y
ya programaste una tarde tranquila en casa con tu
pareja, está bien rechazar su oferta. No te sientas
culpable ni obligado.
Si tus parientes vendrán a cenar, no tires la casa
por la ventana. Ordena una pizza o pide a cada
uno que traiga un platillo para compartir.
Toma un día, más o
menos, para pensar en la solicitud y responder.
Esto te dará tiempo de evaluar tus compromisos
actuales y la nueva oportunidad.
- CÓMO DECIR QUE NO
- Practica decir las cosas con claridad.
- Di que no con gentileza.
Cuando necesites decir que no:
No inventes
razones para librarte de una obligación. La
verdad es siempre la mejor manera de rechazar un
compromiso con un amigo, familiar o compañero
de trabajo.
Puede ser duro rechazar
las buenas causas. Alaba los esfuerzos de la
persona o del grupo al mismo tiempo que dices
que no puedes comprometerte esta vez. Esto
ayudará a suavizar el golpe y conservará una
buena relación.
Decir que no será difícil si estás acostumbrado a decir
que sí todo el tiempo, pero aprender a decirlo es un
factor importante para simplificar tu camino hacia una
vida mejor, con menor estrés.