Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en niños y adultos

En esta sección se te proporciona información valiosa acerca de cómo reaccionar en diversas situaciones de emergencia. Sin embargo, también podrías considerar tomar un curso certificado de primeros auxilios.

Pasos para efectuar la reanimación cardiopulmonar (RCP) en niños y adultos
  • 1. Asegúrate de que la persona que haya perdido el conocimiento no esté simplemente descansando o durmiendo. Sacude con firmeza o golpea el hombro de la persona y pregúntele: "¿Éstas bien?".
  • 2. Si no obtienes respuesta, solicita ayuda urgente y empieza la reanimación cardiopulmonar (RCP) de inmediato.
  • 3. Coloca a la persona acostada de espaldas. Arrodíllate en ángulo recto respecto de la persona, cerca de sus hombros.
  • 4. Coloca la palma de su mano sobre la frente de la persona y empuja con suavidad hacia atrás. Con la otra mano, inclina hacia delante la barbilla de la persona para abrir las vías respiratorias. Al inclinar la cabeza y elevar la barbilla evita que la lengua obstruya la vía respiratoria. Si hay lesión en el cuello, coloca sus manos a cada lado de la cara de la persona y sus pulgares sobre los pómulos. Tira de la mandíbula hacia adelante con su dedos índice. Examina la boca y la garganta para asegurarte de que no haya un objeto extraño. Si lo hay, extráelo mediante barrido con un dedo (ver la técnica en el siguiente capítulo).
  • 5. Verifica si la persona está respirando al colocar su oído sobre la boca del sujeto. Ve si el tórax se eleva y desciende al respirar. Si no hay respiración evidente, empieza de inmediato reanimación boca a boca:
    • Cierra la nariz de la persona con su pulgar y su índice para evitar que el aire escape. Da una respiración profunda. Abre su boca ampliamente y colócala de modo que cierre herméticamente sobre la boca de la persona. Exhala hacia la víctima. Quita tu boca de la boca de la víctima, inhala y repite el procedimiento. Suministra dos respiraciones grandes.
  • 6. Observa el pecho de la persona para notar si el aire expande sus pulmones. Asegúrate de haber permitido que haya una exhalación antes de suministrar otra respiración. Si el abdomen de la persona se abulta excesivamente, quizá haya bloqueo de las vías respiratorias o las respiraciones sean demasiado grandes.
  • 7. Revisa si hay signos de respiración, tos o movimiento. Esta revisión no debe tomar más de 10 segundos.
  • 8. Si no hay respiración, tos o movimiento, empieza a hacerle compresiones del corazón de inmediato para hacer circular sangre hacia el cerebro. Si hay signos de vida, pero no respiración, continúa la respiración boca a boca. Da una respiración grande hacia el individuo cada cinco segundos: 12 respiraciones por minuto. Retira tu boca entre las respiraciones. Observa si hay signos de respiración y ve si hay movimientos del tórax.
  • 9. Si el individuo está respirando de forma débil, la reanimación boca a boca quizá aún sea útil. Coordina la respiración boca a boca con la respiración del individuo: suministra una respiración cuando la persona inhale y permítele exhalar antes de darle otra respiración. Continúa así hasta que el individuo respire por sí mismo o llega la ayuda médica.
  • 10. Para suministrar oxígeno hacia el cerebro, es necesario restituir el flujo sanguíneo de la persona con compresiones del corazón, las cuales deberán coordinarse con la reanimación boca a boca.
  • 11. Ponte de rodillas en un ángulo recto respecto al tórax del individuo. Coloca la palma de una mano en el centro del tórax, entre los pezones. Con la otra mano, toma la primera mano desde arriba y entrelaza los dedos. O simplemente coloca la segunda mano encima de la primera, con los dedos extendidos. Ten mucho cuidado de no ejercer presión sobre las costillas, porque podría romperlas.
  • 12. Distribuye tu peso hacia delante y hacia arriba de modo que sus hombros estén sobre tus manos. Extiende los brazos y fija los codos. Esto asegurará que cada compresión sea recta sobre el esternón, de manera que el torso de la persona no ruede; si lo hace, la fuerza de las compresiones disminuirá. La víctima: debe descender alrededor de 5 cm en un adulto; después libera la presión para permitir que la sangre fluya hacia el corazón. Cada vez que retires la presión, mantén en contacto sus manos con el pecho de la víctima, sin cambiar la posición de sus manos. Cuenta en voz alta a medida que presiones: comprima el tórax 15 veces, después de dos respiraciones de boca a boca. Establece un ritmo regular. Vuelve a evaluar la respiración luego de cuatro ciclos de dos respiraciones y 15 compresiones.