Autolesiones
La autolesión no suicida, a menudo llamada simplemente autolesión, es el acto de lastimarse el propio cuerpo a propósito, por ejemplo, con cortes o quemaduras. Por lo general, no es un intento de suicidio. Este tipo de autolesión es una forma dañina de afrontar el dolor emocional, la tristeza, la ira y el estrés.
Si bien la autolesión puede generar una breve sensación de calma y aliviar la tensión física y emocional, después suele ocasionar culpa y vergüenza, y las emociones dolorosas tienden a regresar. Las personas no suelen provocarse lesiones mortales, pero pueden ocurrir autolesiones más graves que, incluso, pongan en riesgo la vida.
Con el tratamiento adecuado, puedes aprender formas positivas de afrontar la situación.
Síntomas
Si bien la depresión puede producirse solamente una vez en la vida; por lo general, las personas tienen varios episodios de depresión. Durante estos episodios, los síntomas se producen durante gran parte del día, casi todos los días y pueden consistir en:
- Tener cicatrices, a menudo en patrones
- Tener cortes, arañazos, moretones, mordeduras u otras heridas recientes
- Frotar de manera excesiva una zona para producir una quemadura
- Tener a mano objetos filosos u otras cosas que se utilizan para autolesionarse
- Usar mangas largas o pantalones largos para ocultar la autolesión, incluso cuando hace calor
- Tener dificultades para relacionarse con los demás
- Hablar de impotencia, desesperanza o inutilidad
¿Cuándo consultar al médico?
Si te autolesionas, incluso de manera leve, o si piensas en lastimarte, pide ayuda. Cualquier tipo de autolesión es un signo de factores de estrés más importantes que necesitan atención.
Si tienes un amigo o miembro de la familia que se autolesiona, es posible que te sientas conmocionado y asustado. Tómate en serio cualquier conversación sobre las autolesiones. Aunque es posible que sientas que estarías traicionando la confianza de alguien, las autolesiones son un problema demasiado grave como para ignorarlo o afrontarlo en solitario.