Sueño y ejercicio

Sueño y ejercicio

Hacer ejercicio de manera regular tiene muchos beneficios: mayor energía, una perspectiva más positiva, un peso saludable e incluso una mayor longevidad. También puede ayudarte a dormir mejor.

El ejercicio incrementa la energía que gastas durante el día, la cantidad de hormonas “de bienestar” (endorfinas) que produce tu cuerpo y una regulación balanceada de tu temperatura corporal.

Es más probable que todos estos factores combinados conduzcan a un sueño más plácido. Un mejor bienestar emocional, un menor índice de masa corporal (IMC) y un mejor funcionamiento físico ayudan a minimizar el número de veces que uno se despierta durante la noche, y también
mejora la apnea del sueño y otros
problemas.

Los mejores ejercicios van desde los aeróbicos –caminata, entrenamiento de resistencia y tai chi– hasta los ejercicios de fuerza.

En general, busca ejercitarte tres o cuatro veces por semana, durante 30 o 60 minutos. Los expertos recomiendan evitar el ejercicio justo antes de dormir.

Una clase de aeróbicos vigorosos a una hora muy tarde puede alterar demasiado a algunas personas, y tal vez les haga tener mayor dificultad para conciliar el sueño. Sin embargo, otros estudios muestran que este efecto es muy individual. Algunas personas encuentran el ejercicio muy relajante aun cuando se realiza cerca de la hora de acostarse.

Considerando lo anterior, una hora de ejercicio por la tarde parece ideal. Incluso una caminata ligera luego de cenar es poco probable que afecte tu sueño, y puede ayudarte a permanecer despierto un poco más, quizá permitiéndote dormir más adelante.