Renueva las grasas de tu dieta



Renueva las grasas de tu dieta

  • Haz uso de la etiqueta de Información Nutrimental cuando selecciones los alimentos. Léela y busca la cantidad de grasa trans que contienen. Por ley, una ración que contenga menos de 0.5 gramos de grasa trans puede etiquetarse como 0 gramos. Por tanto, es importante checar también en la lista de ingredientes el término “parcialmente hidrogenado”. Es mejor evitar los alimentos que contengan grasas trans y aquellos que hayan sido parcialmente hidrogenados.
  • Prepara pescado, como el salmón o la caballa, en vez de carne al menos dos veces por semana para conseguir buena parte de los ácidos grasos omega-3.
    Limita las cantidades a unos 115 gramos de pescado cocinado por ración y hornéalo o ásalo antes que freírlo.
  • Utiliza aceite vegetal líquido en lugar de grasas sólidas. Por ejemplo, saltea con aceite de oliva y no con mantequilla o aceite de canola al hornear.
  • Utiliza el aceite de oliva como aderezo de ensaladas y marinados.
  • Cuando sea posible, usa sustitutos de los huevos.
  • Escoge leche y productos lácteos que sean bajos en grasas.

Los básicos de un desayuno sano


Los básicos de un desayuno sano

  • Cereales integrales: panecillos
    integrales, bagels, cereales integrales
    fríos o calientes, panquecitos de
    salvado bajos en grasa, galletas
    saladas y tostadas de avena.
  • Proteína sin grasa: mantequilla de
    cacahuate, carne, ave o pescado
    magros y huevos cocidos.
  • Lácteos bajos en grasa: leche,
    yogures bajos en azúcar y quesos
    bajos en grasa, como el cottage y los
    quesos naturales.
  • Frutas y verduras: frutas y verduras
    frescas o congeladas, jugos naturales
    100% sin azúcar añadido y licuados
    de frutas y verduras. Escoge
    versiones bajas en sodio para las
    bebidas.
    Juntos, estos grupos de alimentos
    proporcionan carbohidratos complejos,
    fibra, proteínas y una pequeña cantidad
    de grasa: una combinación que entrega
    beneficios para la salud y te ayuda a
    sentirte saciado durante horas.
  • Prueba con una o dos opciones
    de cada categoría para completar
    un desayuno sano.

    Para adoptar el hábito de desayunar,
    toma en cuenta estos tips:

  • Busca opciones de fácil preparación,
    que no te lleven mucho tiempo. Por
    ejemplo, cereal con leche y plátano.
  • Desayuna aunque no tengas hambre.
    Con el tiempo, desarrollarás el hábito
    de desayunar e irás sintiendo hambre
    por las mañanas.

Qué buscar en los cereales



Qué buscar en los cereales

Los cereales pueden ser el ingrediente básico del desayuno, ya sea un puñado de ellos para llevártelos de camino o si tienes tiempo para sentarte, preparados con leche y frutas. Pero no todos los cereales están creados de la misma forma. Lee la etiqueta de Información Nutrimental y la lista de ingredientes antes de comprar los cereales. Y recuerda que no todos los cereales tienen un mismo tamaño para las porciones. Una porción puede equivaler a 1/2 taza, mientras que en otros casos puede equivaler a 1 taza.

    QUÉ TENER EN CUENTA AL ESCOGERLOS:

  • Fibra.
  • Escoge aquellos cereales con al menos 3 g de fibra por ración. Si es posible, es
    mejor que contengan 5 g o más.

  • Azúcar.
  • Cuando hayas encontrado los cereales ricos en fibra que te gusten, busca que tengan la menor cantidad de azúcar. Fíjate en los cereales para adultos: suelen tener menos cantidad de azúcar que los destinados a los niños. Para averiguar
    cuánta azúcar contienen los cereales, consulta la etiqueta de la Información
    Nutrimental. También es importante checar la lista de ingredientes. Evita los cereales que contengan en la lista de ingredientes el azúcar en primera posición o en los primeros puestos, o que tengan varios tipos de azúcares a&ntilde adidos, como el almíbar de maíz de alta fructosa, miel, azúcar mascabado y dextrosa.

  • Calorías.
  • Si cuentas las calorías, escoge aquellos cereales que contengan menos: idealmente menos de 160 calorías por ración.

Recuerda acompañar tus cereales con algunos trozos de frutas y leche descremada. O, si debes marcharte, llévate una pieza de fruta, un envase con leche o yogur.

INFORMACIÓN SOBRE LAS BARRAS DE CEREALES
Las barras de cereales pueden ser una buena opción para desayunar. Sólo asegúrate de buscar las que tengan las mismas pautas que los cereales secos. No olvides incluir frutas y leche baja en grasa o yogur. Aunque estos vengan incluidos en las barras, no satisfarán los requisitos nutrimentales del desayuno.

Para agregar más frutas y verduras a tu día




Para agregar más frutas y verduras a tu día,
Considera estos tips:

  • Añade fruta a tu cereal o yogur.
  • Compra frutas y verduras que no requieren mucha preparación, como zanahorias baby,
    jitomates cherry, uvas, manzanas y naranjas.
  • Adereza tus sándwiches con verduras, como jitomate, lechuga, cebolla, pimientos y pepinos.
  • Intenta probar verduras y frutas con los que no estás familiarizado, como kiwi o cerezas.

10 beneficios de caminar para tu salud

10 beneficios de
caminar para tu salud

1. Fortalece el corazón
2. Reduce el riesgo de enfermedades
3. Mantiene el peso bajo control
4. Ayuda a prevenir la demencia
5. Ayuda a prevenir la osteoporosis
6. Tonifica piernas, glúteos y abdomen
7. Tonifica los brazos
8. Aumenta los niveles de vitamina D cuando se
camina durante el día
9. Aumenta los niveles de energía
10. Incrementa los niveles de bienestar

¿Por qué no debo comer ni beber mucho antes de acostarme?


¿Por qué no debo comer ni beber
mucho antes de acostarme?

Un bocadillo ligero puede ayudarte a
dormir mejor, pero las comidas y líquidos
abundantes o los alimentos que estimulan
la producción de ácido del estómago
pueden causarte agruras que no te dejarán
dormir.

Tomar muchos líquidos antes de acostarte
te hará levantarte para ir al baño en la
noche, interrumpiendo tu sueño.

Cómo crear un ritual antes de dormir

Cómo crear un ritual antes de dormir

Haz las mismas cosas cada noche para indicarle a tu cuerpo que es tiempo de relajarse. Toma un baño de tina o una ducha caliente, o escucha
música relajante con las luces tenues.

Las actividades relajantes pueden promover un mejor sueño y facilitar la
transición entre el estado de alerta y el sueño. Si tienes muchas cosas en la cabeza y tiendes a preocuparte, anota tus preocupaciones y posibles soluciones, y
déjalas para el día siguiente.

Antes de que te dirijas a tu habitación, encuentra maneras de comenzar
a liberarte de las cargas y ansiedades del día, del día siguiente o de la próxima semana. Puedes utilizar la meditación para ayudar a tranquilizar tu mente. Hay algunos CD con imágenes y audios especialmente diseñados para ayudar al sueño. Algunas personas encuentran
útil practicar yoga. Recuerda que aunque las presiones pueden no desaparecer, es importante crear algo de espacio mental y emocional para que el cuerpo descanse y
pueda recuperar su energía.

Ve a dormir sólo cuando te sientas con sueño. Si luego de haberte acostado no te duermes en 15 o 20 minutos, sal de la habitación y haz algo relajante durante un rato hasta que te sientas con sueño. Puedes leer con luz tenue o sentarte en silencio en una silla suave y cómoda, pero no debes comer o ver televisión. El punto es evitar relacionar el ir a la cama con la dificultad para quedarte dormido, pero no recurras a actividades estimulantes que te mantengan despierto por más tiempo.

3 beneficios de caminar después de las comidas

3 beneficios de caminar
después de las comidas

1. Un paseo después de cada comida
reduce el riesgo de desarrollar diabetes
tipo 2, ya que ayuda a controlar los
niveles de azúcar.

2. Caminar después de comer puede
acelerar el metabolismo, teniendo así
digestiones más rápidas y un mejor
tránsito intestinal. También sirve para
quemar algunas calorías sobrantes.

3. La actividad física tras las comidas
ayuda a reducir el colesterol, la presión
arterial y el riesgo de enfermedades
cardiovasculares.

Sueño y ejercicio

Sueño y ejercicio

Hacer ejercicio de manera regular tiene muchos beneficios: mayor energía, una perspectiva más positiva, un peso saludable e incluso una mayor longevidad. También puede ayudarte a dormir mejor.

El ejercicio incrementa la energía que gastas durante el día, la cantidad de hormonas “de bienestar” (endorfinas) que produce tu cuerpo y una regulación balanceada de tu temperatura corporal.

Es más probable que todos estos factores combinados conduzcan a un sueño más plácido. Un mejor bienestar emocional, un menor índice de masa corporal (IMC) y un mejor funcionamiento físico ayudan a minimizar el número de veces que uno se despierta durante la noche, y también
mejora la apnea del sueño y otros
problemas.

Los mejores ejercicios van desde los aeróbicos –caminata, entrenamiento de resistencia y tai chi– hasta los ejercicios de fuerza.

En general, busca ejercitarte tres o cuatro veces por semana, durante 30 o 60 minutos. Los expertos recomiendan evitar el ejercicio justo antes de dormir.

Una clase de aeróbicos vigorosos a una hora muy tarde puede alterar demasiado a algunas personas, y tal vez les haga tener mayor dificultad para conciliar el sueño. Sin embargo, otros estudios muestran que este efecto es muy individual. Algunas personas encuentran el ejercicio muy relajante aun cuando se realiza cerca de la hora de acostarse.

Considerando lo anterior, una hora de ejercicio por la tarde parece ideal. Incluso una caminata ligera luego de cenar es poco probable que afecte tu sueño, y puede ayudarte a permanecer despierto un poco más, quizá permitiéndote dormir más adelante.

¿Cuántas horas duermes al día?

¿Cuántas horas duermes al día?

Menos de 5
De 5 a 7 horas
De 7 a 9 horas
Más de 9 horas

Más que contar las horas, debes valorar cómo te sientes
durante el día. Si te sientes alerta, si funcionas bien y no estás
cansado, probablemente estás obteniendo suficiente sueño.

¿Cuánto tiempo de sueño es suficiente?
La cantidad necesaria varía de persona a persona. El promedio
es de siete y media a ocho horas de sueño en la noche, pero
algunas personas se sienten bien con sólo cuatro a seis horas,
mientras que otras necesitan hasta nueve.